Markesiano
Todo empezó, un día a las 3, cuando decidí escribir una nota, pero, ni una línea se trazó con el marcador. Lo miré, le hablé, le pedí que reaccionara, sin embargo, el no decía nada, así que, lo convertí en un personaje nuevo, con un largo proceso.

Primero definí su forma, así que le incruste alambre para sus piernas y sus brazos.

Esta vez no utilicé telas de colores, sino porcelana fría, que es una masa moldeable, que después de 24 horas se pone rígida, conservando su forma.

Con la porcelana fría le hice zapatos, brazos, un rostro con larga nariz, grandes orejas y ojos prominentes. Dejé secar por 24 horas.

Para pintar utilice vinilos de colegio, que son los más sencillos que vienen y a buen precio. Como el marcador cuando servía era verde, quise conservar esa esencia y traté de mantener esa coloración para el muñeco.

Posteriormente pintamos brazos y hacemos los pequeños detalles.

Los zapatos también se pintan y como se veían muy delgadas las piernas, las cubrí con cabuya o fique para darle un poco de volumen, pero sin que pierdan movilidad.

Listo, así se construye un amigo a partir de materiales que irían a la basura, como los marcadores. Reciclar es una buena manera de aportar para la protección de nuestra madre Tierra.
Markesiano
